Esta botella tan estilizada
contiene el vodka francés llamado Cîroc (40°, unos 115 dólares); el único que no proviene de la destilación de cereales sino de selectas variedades de uva francesa -Ugni Blanc (de la región de Cognac) y Mauzac Blanc (de la zona de Gaillac). Y en sus cinco destilaciones -en lugar de las tres que son habituales en este tipo de bebidas- se mantienen los métodos de los monjes benedictinos, incluida la vendimia que se hace a mano. Se siente suave en la nariz, con algo de menta, regaliz y flores. Al paladar es dulce, con notas cítricas redondas, un dejo ahumado y final suave y cremoso.
contiene el vodka francés llamado Cîroc (40°, unos 115 dólares); el único que no proviene de la destilación de cereales sino de selectas variedades de uva francesa -Ugni Blanc (de la región de Cognac) y Mauzac Blanc (de la zona de Gaillac). Y en sus cinco destilaciones -en lugar de las tres que son habituales en este tipo de bebidas- se mantienen los métodos de los monjes benedictinos, incluida la vendimia que se hace a mano. Se siente suave en la nariz, con algo de menta, regaliz y flores. Al paladar es dulce, con notas cítricas redondas, un dejo ahumado y final suave y cremoso.