Todo empezó en 1903, a poco de qué Edwin y Mamah Cheney encargaran la construcción de su casa a un arquitecto vecino, Frank Lloyd Wright. Ella se sentía agobiada por las obligaciones domésticas y tenía unas ganas bárbaras de volar. Frank Lloyd Wright era un seductor impenitente y un dandy: no salía a la calle sin su traje perfectamente planchado, su corbata y su boina que estuvo de moda a mediados del siglo XIX hasta los primeros años del XX. Los personajes cantados para encender una historia.
Berlín fue la consagración de Wright; y Florencia una inspiración para más proyectos. Martha ingresó a los círculos intelectuales de la época y conoció a Ellen Key, la pensadora feminista sueca: se hicieron amigas y tradujo algunos de sus libros, como Amor y matrimonio donde Key denuncia la dependencia económica de las mujeres, pide reconocer el lugar del sexo en el amor y del placer sexual de la mujer, ante la escandalizada sociedad europea del momento. Imposible ignorar el escenario: los Estados Unidos de la época y la Europa de las vanguardias, la controvertida personalidad de Frank Lloyd Wright y la lucha de Mamah Cheney, obligada por la vida a jugarse como madre, esposa, amante e intelectual, que abrazó el feminismo y también se animó a cuestionarlo.
Un año después, cuando las habladurías se tranquilizaron, los amantes regresaron a Estados Unidos y él se puso a trabajar en la casa que había imaginado para vivir con Mamah el resto de su vida. “No se parecerá a nada que hayáis visto antes. Será una casa que respete todos los principios que han dado sentido a la arquitectura desde que esta existe”, declamaba. Debajo de la cima de una colina en Spring Green, Wright diseñó una casa aislada que llamó "Taliesin", o "frente brillante", nombre que alude a un incubo que habría dado vida a Merlín, según algunos; o a un chamán druida, según otros. Taliesin, una vivienda construida con piedra caliza local, fue la culminación del estilo de la pradera. Según todos los informes, Wright y Cheney vivieron allí felices durante tres años, ganando lentamente a los vecinos. Fueron tiempos muy productivos:Wright trabajó en los jardines de Midway, en Chicago, y Mamah, tradujo cuatro libros de Ellen Key. Hasta el 15 de agosto de 1914
Si te picó la curiosidad, T. C. Boyle,tiene un libro “Las mujeres”, con la vida y amores del arquitecto Frank Lloyd Wright, uno de los iconos más controvertidos del siglo XX, Su finca de Taliesin, en el Wisconsin profundo, quemada dos veces y dos veces reconstruida, recibe oleadas de periodistas y turistas ávidos de anécdotas sobre la escandalosa vida amorosa de su dueño. Kitty, la primera esposa de Wright, está convencida de que las amantes de su marido solo son un espejismo. Martha «Mamah» Borthwick, una belleza que será asesinada por un criado. Y su segunda mujer, Miriam, ha de disputarse el trono del corazón del arquitecto con la sensual Olgivanna, una bailarina serbia que comparte con él una visión tempestuosa y turbulenta de la vida.
Fuentes:
Paul Hendrickson, Plagued by Fire The Dreams and Furies of Frank Lloyd Wright' (Knopf, 2019).
Nancy Horan: Amar a Frank
Thomas Coraghessan Boyle, Las mujeres