En El Beso la pose de los amantes muestra las formas naturales favoritas del Art Nouveau imperante en la Viena de aquel tiempo (Viena Jugendstil). Mientras las líneas simples con diseños llamativos de los mantos de la pareja acusa el impacto del movimiento Arts and Crafts, y los espirales remiten al arte de la Edad de Bronce.
Pero en 1910 Alma se enamoró perdidamente del arquitecto Walter Gropius, que más tarde fundaría la Bauhaus. Mahler descubrió la infidelidad en una carta de Gropius para Alma … que llegó en un sobre dirigido a él. Mahler murió después de terminar la Sinfonía número 10. Su dolor quedó en frases garabateadas en las márgenes de la partitura: "¡Vivir por ti! ¡Morir por ti! ¡Almschi!". Con Mahler tuvo dos hijas, María, que murió de escarlatina a los cinco años y Anna, la única descendiente que sobrevivió a su madre.
Alma se libró de la violenta relación, volvió con Gropius y se casó con él en 1915; tuvieron una hija, Manon que murió de polio. El músico Alban Berg, gran amigo de Alma, compuso en memoria de Manon (y, de paso, por amor a Alma) el famoso Concierto para violín y orquesta “A la memoria de un ángel”. Es música dodecafónica; esto es, doce sonidos que se van incorporando a lo largo de los dos movimientos del concierto. Arranca con guiños a una composición popular que alude a la infancia de Manon y luego se transforma en un lamento inquietante.
Finalmente volvió con Werfel con quien pasó por Francia, España y Portugal, huyendo de la invasión nazi para proteger a su hija Anna Mahler (que era “medio judía”), si bien durante el periplo no dudó en anexar a su colección a Golo Mahn,hijo de Thomas. Y conste que le llevaba 30 años. En Estados Unidos enviudó y se transformó en una matrona obesa y dipsómana. Murió en 1964, a los 85 años, en su apartamento neoyorquino del Upper East Side.
Hay una película de Oscar Bruce Beresford, con Johnatan Price como Gustav Mahler y Sarah Wynter como Alma, que muestra su vida agitada y el esplendor de la época.