El verano no se agota en tomar sol; también es para correr,
escalar, bailar... hasta el límite. No es momento de echarle la culpa a los
zapatos, sino de buscar soluciones. Te acercarán muchas. Aquí te invitamos a
averiguar cómo te puede ayudar la quiropraxia, porque la hemos probado: no
duele, no genera dependencia y sólo pide un poco de paciencia.
¿Cómo funciona la Quiropraxia?
“La quiropráctica funciona porque tu cuerpo es un organismo
controlado por el sistema nervioso, capaz de auto regularse y auto sanarse.
Millones de instrucciones viajan desde el cerebro a través del cordón espinal
hacia todos los órganos, tejidos y células de tu cuerpo. Señales que regresan
al cerebro confirman que el cuerpo está trabajando bien. Movimiento o posición
inapropiada de los huesos de la columna, llamada subluxación puede interferir
con este intercambio vital del cuerpo, irritando nervios y comprometiendo
órganos y tejidos afectados. Los ajustes quiroprácticos específicos pueden
ayudar en la comunicación mente/cuerpo y así restaurar su salud y bienestar”
explica el Dr. en Quiropraxia Diego
Mellino, graduado con honores en la Universidad de Life, en Atlanta Georgia
E.E.U.U., en la sede de La Clínica de la Columna.