lunes, 19 de febrero de 2018

Cómo aplicar productos de belleza: menos es más



¿Estás usando más de un producto de belleza en tu rutina diaria? Entonces, es crucial aplicarlos en orden correcto para potenciar sus beneficios y, al mismo tiempo, no perder tiempo, dinero y esfuerzo. Si no se utilizan correctamente, no rendirán el máximo de sus beneficios.


Cada producto puede ofrecer un resultado similar, pero los métodos y los medios para liberar sus ingredientes pueden variar. Por ejemplo, una crema más pesada, seguramente, contendrá una cera que impedirá que pase cualquier material a base de agua que se aplique luego.

La mejor regla general es ir de los productos más livianos a los más pesados. Las excepciones son los aceites y los protectores solares. Si bien se sienten líquidos, los aceites deben ir al final, antes del protector solar, que siempre es el último.

Luego de lavar la cara, el orden debería ser el siguiente:


Tónico o esencia: comenzar con aquel que tenga la misma fluidez que el agua. Esto permite que el fluido penetre en la piel y, al mismo tiempo, prepara para el siguiente paso. Como el agua es un disolvente, si la piel está húmeda, se abrirán más canales para el siguiente producto.


Boosters: esta categoría, relativamente nueva en cuidado de la piel, aumenta la efectividad de aquellos que son específicamente para el cuidado. Potencian los efectos de los otros productos.


Serum: generalmente, contienen altas concentraciones de activos que pueden cambiar la piel. Por lo tanto, es mejor aplicarlos lo antes posible para que se absorba la mayor cantidad.


Emulsiones: la mayoría de las fórmulas son bastante ligeras. Si la piel es particularmente seca, considerar aplicarla antes de la crema o del aceite.

Lo último: tratamiento híbrido que combina protección solar, blanqueador y prebase de maquillaje, con tecnología 5D, para proteger de las radiaciones UV, de la oxidación de las proteínas y de la peroxidación lipídica.
Cremas: prestar atención a que si bien las cremas -según sus componentes- pueden crear una barrera que bloquea la hidratación, también retienen la humedad.

Aceite: actúan como barrera de protección, trabajando para mantener la humedad. Los productos nuevos contienen aceites a base de plantas que son mucho más sencillos de absorber y son más ligeros gracias a nuevas técnicas que se utilizan para extraerlos. Brindan suavidad instantánea, dejando la piel sedosa.


Protector solar: no importa si la fórmula preferida es liviana o pesada, el protector solar siempre debe ir al final. Si encima de éste se coloca algo que no sea maquillaje, la película protectora se puede romper y permitir el paso del sol.

El maquillaje.
Antes de sumergirse en el makeup, darle a la piel unos minutos para que se asiente y que se evapore parte de la humedad adicional en las fórmulas.


La sobrecarga de productos puede generar más humedad de la que la piel puede absorber y, en consecuencia, provocar una reacción química cuyo resultado puede ser que algunos ingredientes sobresalgan y se noten visualmente. Y una vez que este proceso comienza, hay que volver a empezar. Por lo tanto, antes de aplicar un producto se debe dejar secar el anterior.

Hay ingredientes que no se llevan bien entre sí y pueden causar una reacción. Si se van a aplicar distintas capas de varias drogas potentes que puedan irritar, como el peróxido de benzoilo, el ácido glicólico, el retinol y la vitamina C, la recomendación es probar detrás de la oreja para ver si la piel lo soporta.

Dra. Adriana Raimondi, médica dermatóloga, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología y de la Academia Americana de Dermatología.

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