jueves, 15 de noviembre de 2018

Joyas de coral, artesanías de Torre del Greco

Quiso la leyenda que las ninfas transformaran en corales los cabellos ensangrentados de Medusa (después que Perseo le cortó la cabeza); con el tiempo los hombres aprendieron a sumergirse en el mar para buscar los corales más bellos y los convirtieron en joyas mediante una artesanía que atraviesa los siglos y se transmite de generación en generación. 


Yo no sabía mucho de esto hasta que un día cayó en mi bandeja de entrada un mail de Paula Cafferata, responsable de la prensa vinculada a la Embajada de Italia que me invitaba a un seminario sobre “Corales y Camafeos” en la sede de la Embajada. 


Y allá fui: éramos unas cincuenta personas intrigadas y atravesadas por recuerdos de corales heredados o traídos de otras playas en veranos lejanos. Así nos enteramos de la existencia de una ciudad llamada Torre del Greco, a los pies del Vesuvio, uno de los volcanes más famosos del mundo. Y que las artesanías de corales y camafeos en Torre del Greco representan un patrimonio único que pertenece a quienes viven y trabajan allí, pero también a toda la humanidad.


También nos contaron que hay un museo del coral excavado a seis metros bajo tierra, con temperatura constante de 19 grados, para preservar las piezas. En esa preciosa caja, escondida debajo del Vesuvio, hay antigüedades indias, nepalesas, chinas y japonesas, además de ornamentos sagrados confeccionados en Italia entre los siglos XVI y XX. La pieza más antigua de la colección, del siglo XV, es una pequeña escultura de origen oriental que representa un niño acariciando la barba de un viejo. (Y ya estamos por incluir a Torre del Greco y su museo en nuestro próximo itinerario de viaje).


El trabajo artesanal que hacen sus habitantes tiene dos formas de intervenir lo que pescan: camafeos realizados con caparazones de “Cassis Madagascarensis” y “Cassis Rufae” y el coral de  diferentes especies. Hay que decir que la pesca respeta las normas de protección y tutela del medio ambiente marino: esto es, no pueden “pescar” más de dos kilos diarios de coral, y solo desde mayo hasta octubre. La declaración de trazabilidad debe estar avalada por buzos autorizados que supervisan la pesca.


Por otra parte, las joyas de Torre del Greco son una expresión de la maestría de quienes saben “leer” el potencial de cada coral y de cada concha escogida para exaltar sus rasgos singulares y transformarlas en piezas únicas. 


Un auditorio atento siguió las exposiciones  del Embajador Giuseppe Manzo, del  Dr. Luigi D´Aprea, Director de ICE, Agencia Italiana para el Comercio Exterior, del Dr. Tommaso Mazza, Presidente de Assocoral (Associazione Nazionale Produttori di Corallo, Cammei e Materie Affin), de la Dra. Luisa Liguoro, Asesora Comunal de la ciudad de Torre del Greco, Dra. Caterina Ascione, Profesora de Historia del Arte, y del Maestro Profesor Ciro Mazza, artista tallador. Participaron además ocho empresas italianas con sus productos e historias.


El doctor Tommaso Mazza, destacó
“...el coral y el camafeo encierran significados antropológicos vinculados a la magia, la ritualidad y la búsqueda de una protección contra el mal a través de una función ritual y propiciatoria de la fortuna, que se fue desarrollando y enriqueciendo a lo largo de los siglos en un diálogo cultural atravesado por las rutas de las especias, la seda y el coral, entre los pueblos de las márgenes del Mediterráneo y los que estaban alejados de la costa”.


La jornada culminó con un cóctel y desfile de piezas escogidas en un “Fashion & Art Show” auspiciado por la ICE  (Agencia Italiana para el Comercio Exterior al que asistieron artistas, joyeros y empresarios de la colectividad italiana.




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