Vale la pena jugarse (calavera no chilla).
No vengas a decir que te duele el dedo, la cintura, la espalda...
¿Por qué? ¿Puedo tener una hernia de disco? Un esfuerzo excesivo, o un movimiento
inesperado puede alterar la posición de una vértebra (subluxación vertebral) que
así hace presión sobre la siguiente. Las hernias de discos a veces son
asintomáticas y otras causar dolor agudo o irradiado hacia los brazos o
piernas, sensación de hormigueo en los miembros superiores o inferiores,
impotencia funcional y falta de fuerza. Por lo general, frente al diagnóstico
de una hernia de disco, se recomiendan sesiones de kinesiología,
antiinflamatorios, inyecciones de corticoides o cirugía.
La quiropraxia, una disciplina nacida en Estados Unidos hace
más de 100 años, ofrece una alternativa
no invasiva, que se enfoca en las causas, más allá de los síntomas: “La
quiropraxia es mucho más que el alivio del dolor; corrige la columna mediante
ajustes vertebrales; esto es la realineación de la vertebra afectada, con una
técnica específica, indolora y no invasiva, que el quiropráctico realiza con
sus manos” le explicó a este BLOG el quiropráctico Marco Cipriano, del equipo de
La Clínica de la Columna. “Estudiando cada caso
individual, se recomendará el cuidado más apropiado, que consta de tres
fases: Intensiva, donde se busca
equilibrar un sistema nervioso desequilibrado y alterado. Correctiva, donde las visitas son más espaciadas y se busca
corregir, fortalecer y optimizar el estado general del paciente. Y finalmente,
sesiones de Mantenimiento”.
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